El primer rey de Israel fue Saúl, el segundo fue David, el tercero fue Salomón, un hombre que era destacado por su sabiduría. Alrededor del año 930 antes de Cristo, después de la muerte del rey Salomón (1 Reyes 11:41-43), las doce tribus se dividen. Por un lado estaban las tribus de Judá y de Benjamín, en el sur.
Por otro lado las otras diez tribus de Israel (llamadas las diez tribus del norte). Las tribus del norte se negaron a aceptar a Roboam, el hijo y sucesor de Salomón, como su rey. La rebelión contra Roboam surgió después de que él se negara a aligerar la carga de los impuestos y servicios que su padre había impuesto a sus súbditos.
Finalmente el reino se dividirá quedando Roboam como rey del sur, Judá capital Jerusalén; y Jeroboam (I) como rey del norte, Israel, capital Samaria (de aquí parten los conflictos con los “samaritanos”). Posteriormente, luego de que cada reino tuvo sus propios reyes, fueron vencidos por pueblos extranjeros.
Lección 13: Roboam, El reino dividido.
Lección 14: Elías, profeta en medio de un pueblo idolatra