Hoy, 14 de febrero, comienza el tiempo de Cuaresma con el “miércoles de ceniza”, tiempo en el cual el pueblo cristiano se prepara para celebrar la Pascua.
El “miércoles de ceniza” enfatiza dos temas: nuestro pecado ante Dios y nuestra mortalidad humana. Así centrándose en ambos temas, nos invita a darnos cuenta de que ambos pueden ser trascendidos a través de la muerte y resurrección de Jesucristo.
La forma de preparación y de vivir este tiempo está ligado al ayuno, arrepentimiento, reflexión y compromiso de buscar la renovación en la vida cristiana.
Por otra parte las cenizas son un símbolo antiguo. En Génesis, leemos que Dios formó a los seres humanos del polvo de la tierra (Génesis 2: 7). A lo largo de las Escrituras, las cenizas son parte de los rituales cuando las personas buscan el perdón y lloran su pecado (Números 19: 9, 17; Hebreos 9:13; Jonás 3: 6; Mateo 11:21 y Lucas 10:13, entre otros).
En este miércoles de ceniza, además de ser el primer día de Cuaresma, nos presentamos ante Dios reconociendo nuestra humanidad, arrepintiéndonos de nuestro pecado y recordando quiénes somos y quiénes podemos ser, asumiendo un compromiso de transformación y renovación que permita transformar y renovar al mundo entero.
IGLESIA METODISTA DE CHILE
“Comprometidos con la esperanza de un mundo nuevo”